Época: Egipto Grecorromano
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
El Egipto Grecorromano

(C) Antonio Blanco Freijeiro



Comentario

Visto desde el Nilo, el emplazamiento del templo de la antigua Ombos parece una acrópolis griega o siciliana levantada sobre la campiña llana circundante. Del mismo estilo que el de Edfú, tiene sin embargo proporciones muy distintas: es un poco más ancho (61,80 m) y muchísimo más corto (83,50). El pílono, más estrecho y apenas conservado, y el patio reducido a menos de la mitad, como si lo hubiesen cortado, determinan la reducción de la longitud del edificio, y en cambio el hecho de ser éste un templo doble o geminado, con dos santuarios y dos vías procesionales de acceso a los mismos, obligó a dar al conjunto mayor anchura. Por lo demás, la distribución de ambos es muy semejante: dos salas hipóstilas, la primera de columnas campaniformes y la segunda de columnas menores, con capiteles compuestos, reminiscentes del corintio, son comunes a lo que a partir de ellas es doble número de puertas y doble número de naoí; también las dos puertas del muro exterior son dos, que enfilan los caminos a seguir hasta el fondo.
Las divinidades veneradas eran dos: Haroeris, de figura de hombre con cabeza de halcón-gorrión, y Sobek, la diosa con cabeza de cocodrilo, a quien muchas veces se aplacó en Egipto, cuando la crecida del Nilo se retrasaba, con el sacrificio al Nilo de una doncella. La duplicidad del santuario no impedía que cada uno practicara sus cultos y celebrara sus fiestas. Esa neta división se observa también en los relieves: los del lado norte correspondientes a Haroeris y los del sur pertenecientes a Sobek y a las divinidades con ellos asociadas. Su constructor, o mejor, reconstructor, fue Ptolomeo VIII, Evergetes II (145-116 a. C.), que por una vez se apartó aquí de la norma de ofrecer sólo escenas de ofrenda y adoración para mostrarnos una cacería de aves en los marjales del Nilo, como recuerdo de los alegres tiempos en que tales escenas alternaban con las ofrendas y los ritos. Los relieves, por lo demás, hacen gala del estilo típico de los Ptolomeos: figuras de formas redondeadas y turgentes, particularmente los senos y los rostros.

Como "parhedra" de Haroeris, Hathor tenía una capillita propia al sur del templo, en la que Petronia y sus hijos hicieron ofrendas por la salud del emperador Domiciano (en griego y llamándola Afrodita).